Ha llegado a mis manos un documento con bastantes años, firmado por Enrique García Asensio, que nos explica, con gran elocuencia la razón de esta celebración en Huércal-Overa. Es bastante curioso, lo copio literalmente.
¡Qué hermoso y emocionante espectáculo!
Ya queda indicado en otra parte, que para la edificación de la nueva Iglesia, se eligió el punto más culminante del terreno, casi llano en general, al Oeste de la antigua población y en sitio aún deshabitado y despoblado, teniéndose en cuenta su desarrollo sucesivo; como en efecto ocurrió, ocupando hoy dicho edificio el centro casi matemático de ella, con lo que se vá edificando y urbanizando al Norte; destacándose airosamente sobre el conjunto general del pueblo.
Las obras tuvieron principio el año 1709 y terminaron en 1739, el 8 de febrero, en cuya noche, con iluminación general de la población y carrera, mediante hogueras y otras luminarias, fueron trasladados los Santos Sacramentos desde la antigua a la nueva iglesia, en la que al siguiente día se dijo la primera misa. Dicho acontecimiento ha venido perpetuándose, celebrando su aniversario con la popular y animada fiesta de la Noche de las Lumbres, en que cada vecino, con patriótica competencia, procuraba que su <<lumbre>> fuese la más grande y duradera; costumbre que en nuestros días hemos ido viendo decrecer, a pesar de las excitaciones de las autoridades locales, hasta quedar casi en el olvido, como otras muchas tradiciones, en estos tiempos en que solo reina, en general, la indiferencia al pasado y el más grosero egoísmo.
HISTORIA DE HUERCAL-OVERA
pag.275-276.- Tomo III
Enrique García Asensio
